Por el precio de un Frigopie, mucho más divertido a la par que con peor sabor puedes tener el magnífico libro inspirado en el blog. Pulsa en este enlace y disfruta: Si lo sé, no crezco: Las historias de MundoAcido Aprovecha esta oportunidad de leer el libro del que todos están hablando y cuando digo todos me refiero a algunos miembros de mi familia.

13 julio 2010

Los niños

Los niños son sorprendentes, bueno en realidad sorprendente es que todavía haya gente que se anima a tenerlos. Vaya por delante mi admiración y más sentido pesame, que su tranquilidad descanse en paz.

No es que no me gusten los niños, me pasa como con el brocoli nunca lo he probado pero algo me dice que no estamos hechos el uno para el otro.

Por ejemplo, estuve con un par de niños de dos y ocho años, hermanos entre sí. Estabamos en la montaña y, como muestra de que todavía su intelecto no era muy desarrollado, parece que les caí bien. La montaña estaba llena de caracoles y esto les hizo mucha gracia.

Al poco me trajeron un caracol.

- Toma un caracol - me dijo el mayor

- cacool - decía la pequeña.

Nunca sabes donde puedes estar dentro de veinte años y en previsión de poder usarlo en un futuro guardo cualquier dibujo o pequeño que me haya hecho un niño, pero no iba a guardar un caracol MUERTO.

- ¿Saldrá? - me preguntó y no iba a ser yo quien le abriera los ojos de la dureza de la vida a un niño de ocho años

- Noooo, está durmiendo dejalo aqui.

A los diez segundos me trajero otro caracol, muerto también.

- Un regalo, haz que salga. - Por alguna extraña razón los niños creían que tenía algún tipo de influencia sobre el comportamiento caracoril.

- Nooo, es que es la hora de la siesta y están todos durmiento, no me traigas más caracoles hasta que estos se despierten.

- Vale -me dijo y tras un minuto me vino con otro caracol semi chafado.

- Este duerme?

- Este se ha mudado a otra casa, vamos a tirar la casa vacía.

Tras cinco o seis caracoles más, muertos todos. Tenía dos opciones: 1. Denunciar el genocidio al tribunal de la Haya, 2. Abrirle los ojos al pobre niño.

- Mira al final parace que es demasiado sueño para un caracol. No han podido sobrevivir y un pajarito se los ha comido.

- Te voy a buscar otro caracol.

- No traigas más caracoles, por tu madre, no me traigas más caracoles, vamos a enterrar estos y les daremos sagrada sepultura.

- Vamos a buscar flores - La muerte masiva de caracoles no le afectó demasiado así que nos fuimos a buscar flores. - A lo mejor hay caracoles.

- Seguro, pero no te prometo nada.

- ¿Qué es prometo?

- Busquemos caracoles.

- Ten una flor - me dijo dandome una margarita previamente pisada y llena de unos bichos negros que ocupaban desde el tallo hasta el polen.

- Gracias, pero la dejaremos aqui para que se la coman los caracoles que hayan sobrevivido.

Y así seguimos todo el día. Pero no es solo que los niños sean como son, es que te cambian la vida de una forma peculiar. El otro día iba por la calle tranquilamente cuando a mi espalda escucho:

- A mi voz, no os movais hasta que yo os lo diga. - Me quedé quieto sin girarme intentando imaginar que estaba pasando. - Juntaos, juntaos. Cuando os diga bien juntos vais hasta la otra acera. - La voz era de una mujer, una mujer que se hubiera pasado las últimas tres noches viendo conciertos de los Bee Gees. Tenía una voz y un tono de los que arrugan la más dura de las resistencias.

Junto a esta madre iban tres niños fecundados por el mismo Atila. La madre era de una juventud insultante, de esas edades que te hacen restar la supuesta edad del mayor de sus retoños y preguntarte si es fisicamente posible que sea su madre.

Tras los gritos la madre me lanzó una mirada de chacal. Una mirada que claramente decía: "Estoy educando a los que saquearan tu piso, grito porque quiero y porque estos engendros solo responden si mi tono no baja del rugido de un dragon".

Conozco a padres de niños normales también, pero son los menos... Con cariño

31 mayo 2010

Los necesitas

Cuando tienes perro aprendes muchas cosas. Te das cuenta de que ellos no tienen un mal día, que no te guardan rencor, que en realidad la palabra lealtad la inventaron pensando en un perro y que después se dieron cuenta de que estaría bien que hubiera humanos que la tuvieran.

Cuando tienes perro ves que tienes un compañero que no te da mucha conversación pero te permite hablar horas seguidas. Que lo mismo no se entera de todo lo que le explicas pero te presta más atención que muchos que en principio si te entenderían si quisieran. Sabes que el arrepentimiento es un sentimiento humano, pero cuando ves a tu perro como se lamenta después de haber "hecho alguna de las suyas" no te cabe lugar a dudas de que está implorando tu perdón.

Un perro te enseña que cuando alguien está mal no necesita que le cuentes rollos, ni que te tires horas y horas diciendole lo mucho que la entiendes, lo que se necesita es un beso y sentarte al lado y compartir el dolor. El perro estará a tu lado, incluso sabrá si lo que necesitas es espacio y se pondrá a cierta distancia, mirandote, eso sí, por si en algún momento ha de ir a por ti.

Un perro puede ser muy pesado queriendo jugar contigo, pero si le dedicas un rato es capaz de arrancar una sonrisa a una estatua.

Un perro es una compañía fiel, pero ¿Qué somos nosotros para él? Cuando tienes perro has hacerte esta pregunta de vez en cuando, depende de ti.

Me han hablado de unos perros que están deseando ir contigo hasta el infierno si hiciera falta, que quieren jugar contigo y dejarse la vida por hacerte compañía. Ellos han tenido una vida dura, pero da igual porque cuando estén contigo te arreglaran la tuya. Creo que no les importará demasiado si te saltas algún capítulo de "El encantador de perros", tampoco te echaran en cara si les hablas como si pudieran entenderte. Eso sí, tu no sabes como se ponen con un premio.

Te los presento junto con las palabras que nos cuentan uno de sus cuidadores:


NOMBRE: CORRECAMINOS
PROTECTORA: Animals Sense Sostre, Vallirana
FECHA NACIMIENTO: 1/12/2005
FECHA INGRESO EN PROTECTORA: 15/10/2007
RAZA: MIX
Correcaminos es tímido y tan normal que pasa desapercibido, quizás sea esta la razón por la que lleva casi 3 años en la protectora, nadie le ha dado todavía la oportunidad para conocerle y descubrir que detrás de su carácter reservado se encuentra un peludín noble y cariñoso con unas ganas infinitas de encontrar un hogar. ¿Le quieres dar esa oportunidad?



NOMBRE: PECAS
PROTECTORA: Animals Sense Sostre, Vallirana
FECHA NACIMIENTO: 1/1/2006
FECHA INGRESO EN PROTECTORA: 1/12/2007
RAZA: POINTER MIX DÁLMATA

Soy un peludín super social, me encantan las personas y sobretodo que me acaricien. Soy juguetón y correr me fascina, por eso sería ideal para una persona a la que le le guste correr, ir en bici o pasear por la montaña. Llevo casi 3 años en la protectora esperando un hogar, mis amigos los voluntarios me ayudan en lo que pueden, pero yo no pierdo la esperanza de encontrar un hogar calentito dónde me quieran y me mimen mucho. VEN A CONOCERME !!!

¿Crees que puedes hacer algo por ellos?

Ellos ya han conocido a personas de la peor calaña, ahora necesita a una buena persona. Si eres tú o crees conocer a una dimelo.

En caso de que eso se convirtiera en una cadena, me gustaría que nunca nadie dudara de lo que estamos comenzando ahora. Esto es real, hay alguien que tiene un amigo y no lo sabe. Hay alguien que necesita tener la compañía que ellos pueden darle.

Espero que me digais algo, pasad la noticia solo a buenas personas.

27 mayo 2010

Metro pole dancing

Hay gente que está muy perjudicada, no voy a descubrirlo ahora. El problema viene cuando dos con la inteligencia justa para manejar los pulmones se juntan, civilizaciones enteras pueden desaparecer.

Ayer en el metro dos tuve la suerte de ver una conjunción de personas de inteligencia distraida que fue como ver el Haley, se que en mucho tiempo no la volvere a ver.
Estaba sentado en el metro leyendo mi libro, escuchando a Queen, cuando empiezo a escuchar "musica". Me fastidia sobremanera la gente con el movil por la calle escuchando música para todos, sobre todo si escucho su música por encima de la que estoy escuchando con mis auriculares. Interiormente empecé a maldecir al del movil y al fabricante del movil que le pone unos altavoces que ni en Scorpia, pero que equivocado estaba.

Al poco pasa por mi lado una chica de nacionalidad indefinida. Enfundada en un top rosa, que era fisicamente imposible que cediera un milimetro más, y unos tejanos. Tras ella iba un ser. Lo primero que llama la atención era la altura, a pesar de que era lo único sobre lo que no se le podía culpar directamente. Un chaval del tamaño de un hobbit pequeño avanzaba tras ella. El pelo engominado, gafas de sol de tipo mascara o tipo Isabel Pantoja y una camiseta de lycra que convertía al top de su compañera en una prenda holgada. En la camiseta se podía alguna palabra escrita con lentejuelas, pero al faltar bastantes era como si la hubieran escrito con prisas. El playmobil discotequero iba empujando un altavoz como de estadio de futbol. Se ponen delante mio. Iban a tocar algun instrumento, e iba a ser un instrumento muy pequeño.

- HOLA A TODOS - Espeta el pitufo maquinero y le da al play de algo encima del altavoz, empieza a sonar un sample de reggeton o se le había roto el cacharro, cualquiera de las dos opciones era aceptable. - DALEDALEDALESISISISISIDALEDALEPORQUETUSABESQUEMEGUSTA - El extra de las supernenas estaba cantando.

Mientras la mujer en un top rojo encajada se puso a bailar "pole dancing" o lo que es lo mismo tipo de baile que se hace cogida a una barra en bares donde hombres en estados etilicos lamentables reinventan el concepto de hucha e intentan poner dinero en diferentes partes de la poca ropa que lleva la bailarina. Pero había varios problemas que tenía la bailarina del metro:

1. Bailaba como si los movimientos se los hubiera enseñado o un ciego de nacimiento o alguien que la odiara.
2. A pesar de que el top no limitaba sus movimientos, un tejano no estaría hecho del tejido más elastico y flexible.
3. La barra no llegaba al suelo, sino que llegaba a un asiento
4. El vagón iba lleno y al comenzar apenas tenía sitio. Con lo que los movimientos se limitaban a los que haría una cobra ensayando para golpearse la cabeza con una barra de metal. Al poco de comenzar la gente ya le hizo sitio, más que nada para que las camaras de sus moviles pudieran enfocar bien.

El espectaculo duró una parada, pero no me equivoco si aseguro, que siempre estarán en nuestros corazones.

26 abril 2010

De urgencias... otra vez

Todos tenemos un don. Como un superpoder del que no tenemos control y que aparece solo en una momento muy concreto: cuando nos caemos. Si te caes, este poder sobrehumano te controla, y da igual que te hayas roto las dos tibias de fractura abierta, te levantas y tras dar un par de pasos te hace decir "Estoy bien".

Este sabado por la mañana reinventé lo que sería bajar las escaleras como una vedette, una vedette de 50 años que se hace los carajillos un poco cargados. Alguien había sembrado la escalera de panfletos de publicidad. Esquivé un par, me despisté, pisé uno y empecé a buscar mi centro gravedad mientras este se alejaba de mí, aguanté hasta el final de las escaleras pero en un alarde de agilidad digno de trapecista del circo del sol caí con el pie de lado sobre el canto exterior. No llegué a besar el suelo, pero comenzando en el tobillo pude notar a todos los huesos aprovechando para testear su elasticidad, el resultado de los tests no fue bueno.

El superpoder que mencionaba me controló por momentos y evitó que llegara al suelo y, que pese a tener el tobillo como si hubiera estado jugando a futbol con bolas de petanca, me girará para asegurarme de que nadie me había visto bajar las escaleras a lo Massiel en la fabrica de Anís del mono. No había nadie salvo unas cuantas decenas de caras que me miraban desde el suelo, la publicidad era de Clinicas Vitaldent, con lo que un pequeño grupo de personas sonrientes de dientes blancos como la cal y pomulos holluelizados me miraban riendose de mi dolor, que ellos mismos habían provocado. Les maldije, a ellos, a sus dientes falsos, a los dentistas en general, al tio que llama dice "Correo comercial" y los tira por todas partes, a la teleoperadora sudamericana que intenta que me cambie a movistar (Ella está siempre presente en mis maldiciones).

Al llegar a casa hice lo que todo buen lesionado tiene que hacer. Bolsa de hielo (en mi caso fueron unos guisantes congelados), friega de Voltarén, Ibuprofeno, pruebas de caminar. Pero la cosa empeoraba así que fuimos a la clinica Delfos.

Llegamos y nadie en recepción
- HOLA!! - dije
- ¿A quien saludas?, no hay nadie - me dice mi mujer
- A los ordenadores, es que los informáticos siempre lo hacemos.
Sale una mujer joven, con la actitud del que acaban de sacar de una siesta de pijama cuando estaba teniendo un sueño precioso. Le doy datos y me manda a sentarme al rincón de pensar. Al poco me llama otra enfermera. Me mandan a un box y me siento en un tamburete. Por el estado del tamburete era el que había usado Montserrat Caballé para cambiar las bombillas todas las lamparas del Liceo. Intento ajustarlo (algún día tengo que perder la manía de intentar arreglar las cosas, más cuando nunca lo consigo).
Viene la enfermera.
- Sientante en la camilla, el tamburete es para el medico - Se ve que siempre ha habido rivalidad y celos entre el colectivo de enfermeras y médicos. Por qué para reservarle ese tamburete a alguien expresamente es quererle muy poco.
El médico muy correcto y discreto. Una doctora chilena y las enfermeras ¡Madre mía!
- ¿CUANDO JUEGA EL BARÇA? - Grita la dra. chilena
- A LAS OCHO CONTRA EL INTER - Le grita una enfermera que tenía al lado, que parecía que para merendar se había comido a Messi.
Aparece la enfermera que desperté de la siesta
- Estoy echa polvo y todavía no he comido, me estoy guardando dos galletas para merendar a las seis
- ¿SI ME LAS COMO YO? ME MATAS. YO POR MIS GALLETAS MA-TO. - Grita la enfermera zampabollos. Posiblemente la broma de la Esteban no la había hecho nadie.
Llega un celador, preocupado por los gritos
- ¿Qué pasa por aqui?
- QUE xxx NO HA COMIDO TODAVÍA Y DICE QUE POR SUS GALLETAS MA-TA. - El tono era el de Camacho en un mal día de sus jugadores. Por no hablar de que en realidad la broma la había hecho ella. - ¿CUANDO JUEGA EL BARÇA?
- No se, no me gusta el futbol
- EN EL BARÇA JUEGA UN JUGADOR CHILENO MUY BUENO, MESSI SE LLAMA. HOY JUEGA CONTRA EL INTER A LAS OCHO. - Tener que escuchar todo esto mientras leía en un cajón "Sierra para escayolas", que ideas me venían a la cabeza
- VOY AL BOX DOS. - Yo era box ocho, me salvé. En el box dos había un hombre con esa carilla de perro mojado pidiendo perdón.
- HOLA, HOY JUEGA EL BARÇA, ¿QUE LE PASA?
- Meo sangre - dice el hombre con hilillo de voz
- ¿DESDE CUANDO ORINA SANGRE?
Más no pude oir porque vinieron a buscarme, pero ¿Realmente hacía falta gritarle al mundo que el problema de ese hombre?
Después de todo esto, tengo el pie vendado porque tengo un esguince, otro más. Me pierdo seguro la semifinal de champions y no es seguro el proximo partido de liga.

20 abril 2010

C4 - Fallo del presostato

Mi caldera vuelve a fallar. Vuelve a torturarnos cortando el agua caliente en los mejores momentos para mejorar mi falsete. La antigua caldera era todo tubos, hierros y fuego; la nueva tiene electrónica lo que abre un abanico practicamente infinito de fallos.

Esta vez estaba dispuesto a no hacer inventos. En cuanto falló un par de veces llamada al servicio técnico de gas natural. La caldera tiene un pequeño display mostrando el error C4. "Fallo del presostato o presostato obstruido" dice el manual.

- Hola, soy cliente de Servigas y no me va caldera - y doy mis datos personales
- Se le enciende algún piloto
- La caldera da un mensaje C4 fallo del presostato
- Eso es que falla la caldera, le mandamos un tecnico. En un máximo de tres horas está por ahí.

Una llamada y tres días más tarde aparece un técnico. Yo entiendo que alguien que trabaje haciendo esfuerzos físicos huela, pero es que por el olor de este hombre había hecho todos los esfuerzos. El buen hombre desmontó la caldera, varias de sus piezas.

- Esta caldera va bien
- Ella dice que el presostato no está bien
- Dale al agua - le doy al agua y la caldera funciona
- Ves no era el presostato. Bueno pues ya está

Al día siguiente volvía a fallar, vuelvo a llamar y esta vez llamo directamente al técnico y viene ese mismo día oliendo como si hubiera pasado la noche paleando estiercol en un establo.

Saludos, bromas tontas y desmontamos la caldera.

Le saca una pieza redonda con dos pitorros, se mete uno en la boca y sopla

- ¿Ves?
- Muy bonito
- Escucha - y vuelve a soplar y se pone a esperar como si esperara que yo supiera que canción estaba intentando tocar.
- Pues ...
- ¿Has oido?
- Perdona, ¿El qué?
- El presostato funciona
- Ah! sisisisi
- Vamos a ver que está la salida de aires - desmonta el tubo de salida de aires, se asoma dentro - dale caña
- Es que si le doy...
- Dale caña
- Es que como no está el tubo...
- Dale caña
Le doy al agua caliente a lo que da el grifo. Una nube de monoxido sale de la caldera, que será invisible el monoxido pero este os juro que era visible y tenía cara de mala leche. El técnico que estaba asomado le faltaba boca para tragarse todo el gas. Se baja de la escalera con los ojos como si hubiera visto la pelicula "Una pareja de tres" mientras picaba cebollas.
- Pues saca bien el gas.
- Te voy a desconectar este tubito y te subo el tubo de salida de gases. Si vuelve a fallar es la placa base.

Y volvió a fallar a los poco días. Unos días y técnicos más tarde la caldera vuelve a funcionar, de momento. Tengo el tubo más alto, un presostato de recambio en un cajo, una pinza aguantado una pieza y una estampita de San Calderín a ver si aguanta.

Después de mis experiencias pasadas y las presentes: ODIO LAS CALDERAS

19 abril 2010

Educando al perro

Desde hace unos diez meses tengo un perro en casa, tema del que hablaré algún dia en más detalle. Hoy lo que quiero escribir es de la habilidad que tiene mi mujer para enseñarle. Educando al perro tiene una habilidad que ya la querría Cesar Millán. Eso sí, nada de tonterias de dame la patita, hazte el muerto, sientate o ven, mi mujer le enseña cosas útiles.

Por ejemplo antes yo tenía la costumbre de que tras sonar el despertador de la mañana me quedaba en la cama. Ella que se preocupa por todo a los cinco minutos comenzaba "Te ha sonado el despertador", "Levantate", "Que llegas tarde". Ahora el perro, dos segundos después de que suene el despertador, viene y educadamente me da un par de golpecitos en el brazo desde el suelo. Si la cosa no va da resultados un pequeño arañazo en la cara y no hay guapo que se quede en la cama.

Doblando las sabanas. La sabana es una pieza de ropa que en los últimos 800 años no ha sufrido muchas mejoras. Si alguien ha intentado doblar una sabana bajera sabrá que es más facil ponerle patucos a todas las patas de un pulpo vivo que quede bien cuadrada. Por no hablar de que si doblar una sabana, en principio, habría de ser un proceso sencillo en que dos personas cogen dos puntas y van reduciendo la superficie de la misma a fuerza de juntar los extremos se convierte en una proeza porque siempre escojo las puntas que no tocan o simplemente no cojo puntas. En esto mi mujer ha conseguido más en 10 meses con mi perro que conmigo en 1o años. Cuando el perrico ve que la cosa va mal, bocao a los bajos y las puntas al suelo.

También ha convertido al perro en un pelin maníatico del orden. El domingo tras el desayuno deje la tostadora sobre el marmol, mi mujer me dijo "Guarda la tostadora". Normalmente, como me conoce, me dice esto cuando todavía la estoy usando y mi respuesta siempre es "Ahora". Pues, por raro que parezca me la dejé olvidada. Al minuto escucho a mi perro ladrando y me lo veo en la cocina apuntando a la tostadera como si fuera una perdiz. "Chivato" le espeté y movió el rabo, es que no tiene mucho vocabulario.

Por no hablar de los calcetines. Como me deje un dia los calcetines en el suelo va el condenado y se lo lleva a mi mujer. Si es cualquier otra cosa la esconde por las esquinas, pero que no me deje un calcetín que se lo deja en los pies a mi mujer.

Estas cosas no salen en los libros de entramiento de perros y realmente me pregunto como lo ha conseguido, son los misterios de la sabiduría femenina aplicada a la educación.

14 enero 2010

La palabra más hermosa... o no


Los amigos de Bloguzz me han hecho llegar el libro de La palabra más hermosa para que me lo leyera y diera mi opinión.

No voy a perder muchas energías en explicar la historia del libro, aunque inevitablemente tendré que ir haciendo referencias (Avanzar que el libro no es la segunda parte de El sexto sentido, así que lo poco que cuente no os va a chafar para nada la historia). Voy a centrarme en las sensaciones que he tenido mientras lo iba leyendo y el regustillo que me dejó cuando lo terminé.

La palabra más hermosa es la historia de Gemma, una señora que ha pasado de ser una completa desconocida a una posible amiga de mi madre que en la sala de espera de la peluquería me ha contado toda su vida, una vida por cierto digna de ser contada. En este aspecto el libro es admirable, no solo disecciona los personajes con una precisión que haría la envidía de Grissom de CSI sino que una vez que has visto sus miserias te las acerca hasta hacerlas tuyas, como si en vez de leerlas en un libro alguien estuviera apelando a tu empatía, eso sí, sin esperar que hagas nada para solucionar sus problemas.

La historia transcurre en dos escenarios, uno es el mundo que rodea Gemma (ya sea Roma, los bares o los suburbios de Sarajevo) y el segundo es el interior de Gemma; siendo este último más importante porque recorreremos muchos de los estados emocionales de Gemma como si fueramos Dante recorriendo los anillos del infierno. Sufriremos sus miedos hasta casi sentirlos como propios y es posible, como me ha pasado a mí, que te quedes con ganas de zarandear a Gemma un poco por las solapas a ver si es capaz de dejar su actitud estirada y distante.

La velocidad narrativa es a este libro es lo que el kepchup a una deconstruccion de tortilla de Ferran Adriá. Si habeis podido leer, por ejemplo, La chica de la perla podreis entenderme un poco. Este es uno de esos libros que se mira más que leerse, es como un libro de fotografías para ciegos, donde las descripciones suplen el que no puedas ver la imagen. Como me pasó cuando leí el libro de La chica de la perla, he tenido que parar varias veces y entonces ver claramente la ciudad destrozada de Sarajevo, los bares "underground", oler a Gokjo o esperar que Gemma se materializara justo enfrente mío. El problema de esto es que yo venía de leer la trilogía Millenium, Un trabajo sucio y Ebano, libros llenos de acción. El cambio ha sido brutal y no todos los días he estado preparado disfrutar de los paisajes del libro.

Por otra parte el hilo argumental es dificil de seguir. La historia del pasado de Gemma es contada en presente, el presente es contado en presente. Las tramas se cruzan y el pasado comienza a traición. Por una parte me quedo con la idea de que es como una reflexión interna de Gemma y uno no piensa de forma ordenada, las ideas vienen, se solapan y solo cuando las hemos pensado empezamos a ordenarla. Lo bueno de esto es que nadie nos lee el cerebro (aunque lo de los escaneres esos del aeropuerto). En esta novela si que lees los pensamientos más intimos de Gemma y son complicados de seguir.

Las sensaciones de libro al acabarlo. Siempre que acabo un libro me siento un poco triste, es como un cambio de trabajo. He estado compartiendo unas semanas mis viajes en el metro junto a Gemma, Gokjo, Aska y Diego, me han contado su vida y me han hecho participe de ella y ahora se han ido. Gemma me ha dejado un poco agotado, el libro tiene una carga emocional muy grande, el dolor de esta mujer está tan bien descrito que te llega con demasiada intensidad y acabar el libro ha sido en parte una liberación. Estoy agotado solo de leerla sufrir.

Este es uno de los libros que yo siempre he calificado "para mujeres", mucha carga emocional y de sentimientos muy femeninos, la visión del mundo a través de los ojos de una mujer y la visión de los hombres a través de Gemma. No soy asiduo a este tipo de lectura pero me ha gustado, no he podido entender bien el dolor de una mujer que quiere ser madre porque son sentimientos que no tendré nunca, tampoco se si los sentimientos de Gemma hacia Diego, su amor, son exagerados o demasiado posesivos, porque en esto del amor los hombres jugamos en otra liga (tampoco es plan ahora de entrar en un jardín ahora del que me va a costar salir) pese a todo esto he tenido la ilusión de poder entenderla, quererla a veces y odiarla otras.

Como resumen, es una buena lectura, muy intensa de emociones a la velocidad justa para disfrutar del paisaje y no perderse detalle.